Lo que le gusta a uno del teatro chileno.
Hay mucho que ver en el teatro, pero cuando te sugieren un titulo como Flores de Papel, un clásico del teatro chileno, levanta muchas expectativas.
La típica obra que empieza de una manera y termina de otra, que realmente te sorprende y donde pasan muchas cosas que te van sugiriendo el final.
Esta versión interpretada por Carolina Spencer y Miguel Ángel Bravo, que vienen actuando juntos hacer rato ya, en Drácula por ejemplo, tiene gusto a nueva y re pensada, sobre todo por que se dirigieron a ellos mismos, lo que hace que esta "dirección colectiva" este un poco demasiado cerebral para mi gusto.
Con la interpretación de los actores uno se da cuenta al tiro pa donde va la cosa, uno se da cuenta como va a terminar la cosa y me hizo pensar "por que siguen ahí si esto va a terminar mal!!!". Sentí como que me contaban el final al cominezo. Eso fue escencialmente lo que me confundió, no entendí simplemente por que estaban juntos y no salían corriendo cada uno para su lado.
Sin embargo el texto del "Gran Egon Wolff" , que por muy cool que sea su nombre y por mucho que cueste pensar que sea chileno, es muy interesante, esta muy bien escrito en chileno y a la chilena, con personajes reconociblemente chilenos que te lleva a pensar que se necesitan.
Son dos personas solas, de dos condiciones distintas, que se encuentran aparentemente por el destino, todo transcurre en el departamento de ella, incluso hay un pajarito y ya con eso es suficiente.
Ahora no se crean que la cosa es así no más, tienen muy buenas escenas, especialmente el personaje del "Merluza", que al comienzo parece sicópata pero después uno le agarra cariño, aunque yo no lo meto a mi casa ni a palos.
Con la escenografía hay un juego muy especial, ya que cuando cominza la historia ocupa un papel muy secundario, como también un espacio casi mínimo en el escenario, para que poco a poco, así como la historia lo sugiere, se va invadiendo de cosas y articulos hasta quedar colapsado. La iluminación, que sin duda está muy pensada, ayuda a crear varios ambientes y sensaciones. Todo hecho sin muchos recursos pero con mucha creatividad, que aunque suene exaltado y parao en la hilacha, es lo que le gusta a uno del teatro independiente chileno.
Los actores le ponen entrega al 100% y van de menos a más en todo el trayecto, escalando a momentos muy emocionantes y es ahí donde se entiende mejor la relación y la historia.
Si quiere ver buen teatro independiente chileno, valla sin duda a echarle una mirada a Flores de papel. Pero si quiere llevar a la familia y a los niños...... le sugiero otra.
Sala
SIDARTE.
Jueves a sábado a las 20:30 hrs.
Precios: $1000 solamente!!!
Reservas: (02) 777 1036 – (02) 777 1966